El señor Jean es, sin duda, uno de los personajes más celebrados del tándem formado por Philippe Dupuy (Sainte-Adresse, Normandía 1960) y Charles Berberian (Bagdad, Irak 1959). Publicado en Francia a lo largo de siete álbumes, entre 1991 y 2005, más un tomo fuera de la colección, ahora aparecen recopilados todos en un solo tomo de la mano de ECC.
El señor Jean es un escritor treintañero en el París de finales del siglo XX. Él y sus amigos están en ese período de la vida en el que los cambios parecen definitivos y te colman las nuevas responsabilidades. Mientras Jean solo se preocupa por los ligues de turno y por salir de copas, ve como el día a día de sus amistades cambian: su amigo de toda la vida, Félix, de repente se ve al cargo del hijo de una antigua pareja; otro se casa y va a ser padre de gemelos. Son detalles que cambian también su vida, al hacer de canguro del nuevo hijo de Félix o al compartir piso con ellos, al tiempo que se reencuentra con viejos amores y retoma relaciones. En definitiva, Jean, poco a poco, madura, aunque a veces sea de manera involuntaria. Al finalizar la serie, Jean tiene pareja estable y es padre de una niña. Una transformación vital narrada con ese toque de comedia francesa costumbrista, que Dupuy y Berberian aferran, sobretodo, en las ensoñaciones del señor Jean. Sus dudas y reflexiones se convierten en sueños recurrentes que dan el contrapunto a su cotidianidad.

Una serie que fue referente para toda una generación lectora en las postrimerías del siglo XX, aunque los temas tratados siguen presentes, al ser atemporales

Una serie que fue referente para toda una generación lectora en las postrimerías del siglo XX, aunque los temas tratados -al fin y al cabo, las relaciones humanas, los ritos de paso y la asunción de responsabilidades- siguen presentes, al ser atemporales. También es cierto que hay detalles que anclan la obra en su época y que son curiosos de ver en retrospectiva, como el inicio de la presencia de los teléfonos móviles, todavía una rara avis en los noventa, o el cambio del vinilo al CD.
Una década en la que también cambió la concepción del medio. El tándem Dupuy-Berberian es un caso aparte en el mundo de la Bande Dessinée: una pareja que en la elaboración de sus tebeos comparten e intercambian tanto la labor de guión como de dibujo, hasta el punto de ser imposible saber qué ha hecho cada uno. Con este método de trabajo tan inusual han realizado más de vienticinco álbumes y muchos trabajos de ilustración. El señor Jean es un claro ejemplo de ese método de trabajo, estilísticamente a medio camino de la escuela de Marcinelle y la línea clara, un cruce entre las líneas de Sempé y Chaland, hasta llegar a un estilo propio de dibujo que tuvo gran éxito.
También en lo temático abrieron nuevas vías, sin necesidad de inventar nada. El costumbrismo ya existía, pero no era un género tan popular como lo es hoy. Con las historias del señor Jean se acercaban a un tebeo comercial que buscaba nuevas fórmulas para un público en la búsqueda de nuevas propuestas. El señor Jean pertenece a esa ola de la nueva BD, cuyos máximos exponentes lo conforman los autores de l’Association, y ha supuesto una clara influencia para muchos autores que han formado parte de la posterior explosión de la novela gráfica. De hecho, el álbum La teoría de los solteros fue publicado fuera de colección, con un tamaño menor, en blanco y negro y más páginas que el estándar de álbum, que sigue el resto. Anteriormente, coincidiendo con la creación de uno de los volúmenes, hicieron Diario de un álbum, usando el mismo formato que hoy asociamos con la novela gráfica. Pero no sólo en el formato se acercan a la novela gráfica, también en el contenido, al exponer su método de trabajo, sus dudas creativas o al usarse ellos mismos como personajes, Dupuy y Berberian se adelantan al boom del cómic adulto de la primera década del siglo XXI.    

El señor Jean es un clásico de la BD, ganador del premio al mejor álbum en Angoulême en 1999, que aguanta bien el paso del tiempo, sin perder un ápice de interés. Tambień es el reflejo de un cambio de siglo que respiraba mayor optimismo y el de la propia evolución del medio, una de las obras capitales que llenaron el hueco entre el crack de las revistas de cómic y la llegada de la novela gráfica. Una tarea por la que Dupuy y Berberian recibieron el gran premio de Angoulême en 2008.
En definitiva, el señor Jean es un conjunto de historias sencillas, de costumbrismo con tono amable, muy bien contadas y dibujadas, que merecían un integral como este. Integral cuidado: La teoría de los solteros aparece en la versión en bitono que se hizo del álbum, hasta ahora inédita en nuestro país, e incluye, al final del libro, una buena cantidad de bocetos e ilustraciones inéditas, exclusivas para esta edición, gracias a la amistad del editor con los autores. El único pero que se le puede poner es el tamaño escogido, unos centímetros menor al tamaño de los álbumes originales, que a veces resiente la lectura y reduce un pelín demasiado un dibujo pensado para ser reproducido a mayor tamaño.