El último y esperadísimo título de Daniel Clowes contiene su primera novela gráfica concebida como tal. Tanto “Ghost World”, “David Boring”, “Caricatura” , “Como un guante de seda forjado en hierro” o “Ice Heaven” eran compilaciones de series surgidas de las páginas de la revista “Eightball”, publicada entre 1989 y 2004.

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En una reciente entrevista a la revista online www.eyeweekly.com, Clowes explica que la inspiración para crear “Wilson” le vino al reflexionar sobre dos de los momentos más dramáticos que puedan acaecer en la vida de cualquiera: el nacimiento de un bebé y la muerte de un padre. Clowes explica cómo, sentado al lado del lecho en el que su padre yacía muy enfermo, tras intentar fallidamente comenzar una novela gráfica, estas tiras cómicas comenzaron a surgir de manera espontánea, llegando a dibujar unas 200, de las cuales salió la vida de Wilson: “Y entonces me di cuenta de que había una historia oculta en todas estas tiras que yo había dibujado, y así cobró vida propia”, dice Clowes.
En esta reflexión sobre el nacimiento y la vida de cualquier persona se concentra todo aquello que nos hace humanos: los mejores y los peores sentimientos. Como el mismo personaje de Wilson, donde momentos sublimes de gran sensibilidad se entremezclan con otros totalmente execrables. Clowes realiza una radiografía hiperrealista, en su máxima crudeza, del ser humano y Wilson aparece ante el lector común como un desalmado sin escrúpulos que a veces nos confunde porque parece que por fin va a hacer bien las cosas pero él mismo las acaba estropeando. Humano, demasiado humano…
Que “Wilson” tenga formato de novela gráfica ayuda a Clowes a trazar el recorrido existencial de sus personajes. La evolución en el tiempo, con las intervenciones del destino y de las consecuencias realizadas sin pensar a veces, y otras veces, totalmente planeadas, dota a los personajes de Wilson de una carrera vital de gran recorrido. Los años se suceden y sus vidas cambian, pero Clowes consigue hilvanarlo de una manera casi perfecta a pesar de esa narración interrumpida.
El mismo Daniel Clowes desvela también en la citada entrevista que eligió explicar la historia de Wilson con una narrativa discontinua porque se inspiró en las tiras cómicas de los periódicos (lo que en inglés se llama “funny pages”), que es la misma que utiliza Charles Schultz en sus Peanuts, de quien Clowes leyó su biografía durante la convalecencia de su padre.
Personaje caleidoscópico, Wilson ha sido dibujado en diferentes estilos y maneras. Con esto, Clowes, según ha explicado él mismo sobre su dibujo, consigue mostrar todos los lados de su personaje, desde el más elaborado hasta el más simple. Desde el momento más banal al más dramático de su existencia.

Lo maravilloso de “Wilson” es que todo parece estar hecho de manera algo arbitraria –e incluso descuidadamente-, pero realmente todo está perfectamente pensado y justificado para que la historia encaje a la perfección, tal y como lo hace.

Incluso el grosor de las tapas de la cubierta: Clowes pidió a sus editores las cubiertas más gruesas posibles porque quería un libro que fuera capaz de proteger de una bala.