Mauro Entrialgo tiene la colección de personajes del cómic patrio más espectacular de los últimos años ; basta con ojear la bibliografía del autor y repasar sus insignies creaciones: desde Herminio Bolaextra hasta Angel Sefija pasando por Drugos el acumulador o el Demonio Rojo. El listado tira para atrás y sugiere comparaciones con autores foráneos de la magnitud de Sfarr, Blain, Bagge y ya en nuestros lares del glorioso Manuel Vázquez, por ponerles algunos ejemplos nada exagerados.<br/

Por suerte a Entrialgo no hay premio nacional o alfombra roja que le tiente, lo suyo es otra cosa que se me antoja más seria. Diría que a él lo que le interesa es hacer lo que le gusta y punto pelota. Y eso siempre ha sido un factor que ha proporcionado buenos resultados a quién lo ha tenido presente. De hecho es una característica que se refleja muy mucho en su trabajo.
La reedición de las tiras de uno de sus primeros personajes Tyrex pone de manifiesto que Entrialgo tiene el mismo empuje que años atrás: si comparamos su producción actual con la de susodicha reedición no se percibe ni un ápice de apoltronamiento apolillamiento o bajón de nivel.

tyrex_paginaTyrex nació en 1997 y se fue prodigando sobretodo por las páginas del TMEO, con el tiempo le ocurrió que uno de sus compañeros de piso, el Demonio Rojo, le ganó la partida del protagonismo y acabó relegándolo a la categoría de segundón, de lujo, pero segundón.

Tyrex es un tipo que se dedica al pressing catch y que por cuestiones obvias luce como atuendo una cabeza de Tyrannosaurus Rex; la paranoia o la costumbre (no se sabe muy bien cual de los dos motivos) le han llevado a un punto en que ya no necesita quitarse la máscara y siempre la lleva puesta (por cierto que la recopilación ofrece un momento estelar: la única historieta de Tyrex desenmascarado) . Eso hace de él un personaje de una potencia gráfica espectacular. Imagínense el juego que da un tipo con cabeza de tyrannosaurus hablando sobre los calcetines estampados con dibujitos, sobre la importancia de doblar las cajas de cartón de las pizzas, sobre las octavillas que se amontonan en los bares, sobre su relación entre sus discos y sus novias… Un tipo que es capaz de pensar que si acierta tirándole un lapo al capó del coche ganará su próximo combate.
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Si a eso le sumamos el hecho de que comparte piso con tres perlas más del mundo de la lucha libre como Higueras (un tipo calvo con aspecto de macarra homosexual, pero de una heterosexualidad desbordante) El Demonio Rojo (un artesano del ligue) y Átomo (un tipo más bien rancio) entiendan que la cosa se dispare de mala manera y dé lugar a momentos de auténtica gloria doméstica.

La gracia de las historias de Tyrex es que ponen sobre el tapete las típicas situaciones chungas de quienes comparten piso trasladadas a un contexto totalmente mongólico porque en vez de estar protagonizadas por estudiantes, sus protagonistas son un grupo de luchadores venidos a menos. No me negarán que un tipo enfundado en mayas de luchador quejándose sobre el sistema de organización de la comida en la nevera no resulta algo altamente perturbador.
Por si fueran pocos alicientes esta reedición cuenta con una de las mejores portadas de cómic del mundo mundial de todos los tiempos: un prodigio absoluto del diseño y el color.
Los afortunados que se hagan con la primera edición podrán además disfrutar de un llavero de goma del mismísimo Tyrex.
No se dejen llevar por el torrente de trascendencia que nos rodea y disfruten de las historias de andar por casa de Tyrex.