‘Se abre el telón…’, así empezaban toda una serie de chistes que ya forman parte de la memoria popular. Chistes que se basaban en algún tipo de juego de palabras entre lo ingenioso y lo ingenuo, para referirse al título de una película o serie de moda en la época y que había que acertar. Entraban en esa categoría de chistes que tras provocar la carcajada habitualmente le seguía la coletilla ‘jo, que malo’Manel Fontdevila (Manresa, 1965) decidió recoger esta tradición y darle una nueva vuelta en una serie de tiras que empezaron a aparecer en la desaparecida y añorada Orgullo y Satisfacción y que ahora se recogen y amplían en este volumen que presenta 125 acertijos de películas en los que en una o tres viñetas se plantea una situación que esconde el acertijo y una viñeta negra final con la solución con el texto invertido. Una solución que a veces es otro acertijo en sí misma.

Y es que Fontdevila juega con el formato del chiste mientras experimenta con los mecanismos del humor. Las situaciones planteadas juegan con el absurdo, con el costumbrismo retorcido, generan el primer giro de humor, un reto para encontrar la solución al juego planteado, que es rematado al presentar el resultado. Pero hay una segunda vuelta de tuerca, y es que las soluciones son otro juego para acercarse al título real. Lo que era la base del chiste clásico, tras el análisis de Fontdevila, genera una nueva alternativa para generar humor. Y vaya si lo consigue.

Porque más allá de los ejercicios de análisis que se puedan hacer en torno al humor, algo de lo que Fontdevila sabe bastante -no por nada es actualmente uno de los mejores humoristas gráficos de este país-, lo importante es que el libro consige hacer reír al lector. Y lo hace muchas veces, porque este tipo de chistes ganan efectividad por el efecto acumulación, y porque construye juegos de palabras totalmente inesperados, locos, que van provocando todo tipo de carcajadas. En tiempos en los que el debate sobre los límites del humor son más que habituales, aquí viene el maestro Fontdevila para borrar de un plumazo la frontera entre el chiste malo y el humor inteligente.

Se nota de Manel Fontdevila se lo ha pasado bien pensando estos chistes, que le permiten alejarse y descansar de tanto humor de actualidad en unos tiempos en que la política anda desbordada. Y cuando el autor disfruta es siempre más fácil que el lector también lo haga. Si alguien podía demostrar que en tiempos de memes por internet, el chiste de siempre todavía tiene mucho que decir, ese era Manel Fontdevila. Tampoco es casual que el formato escogido para presentar las viñetas es el el de una página cuadrada, que se acerca al formato que se ha ido imponiendo en las redes sociales para presentar las imágenes. Pero en definitiva, Se abre el telón es un libro de humor que hace reír mucho, y con eso ya está todo dicho, no hace falta añadir nada más.