Ocultos surge del deseo de Laura Pérez (Valencia, 1983) de contar sus propias historias tras una larga carrera ilustrando historias ajenas. De este modo, nos encontramos ante una serie de relatos cortos en los que nos enfrentamos al misterio, a lo desconocido, a lo que no tiene explicación. Estos relatos van variando de longitud y complejidad, el más largo va apareciendo intermitentemente a lo largo de todo el tomo, otros, en cambio, son más bien la presentación de una escena, una imagen que cambia o se desvanece.

En Ocultos conviven fantasmas, extraterrestres, máscaras y todos aquellos fenómenos que escapan a la lógica. Y precisamente esto es lo que lo hace especial, estamos ante un cómic que nos invita a dejarnos llevar por su imaginería y su narrativa sensorial. Un libro en el que la autora deja hueco para que cada lector pueda tener su propia interpretación de las viñetas.

Este cómic no sería posible sin su marcada estética, que varía en cuanto a acabados, pero mantiene una serie de elementos fijos a lo largo de toda la obra: los cortes de pelo bob en sus personajes femeninos, los ojos negros y almendrados, los espejos y las máscaras. La paleta de colores de tonos tierra, azules y grises también ayuda a la sensación de coherencia. Uno de los elementos que más me ha sorprendido es la forma de secuenciar la imagen, a veces la distribución de las viñetas se aleja de lo habitual y parece algo más caótico, aunque  orgánico al mismo tiempo. Algunas secuencias incluso pueden recordar a planos que podríamos encontrar en el cine, especialmente en aquellas partes mudas en las que la narración avanza con las miradas de los personajes.

Ocultos es uno de los cómics más especiales que he leído nunca. Cada página me ha resultado completamente fascinante, como echar un vistazo a un mundo en el que la realidad es un poco más mágica que en este. Un imprescindible para cualquier fan del misterio o el new weird hecho un tebeo absolutamente precioso.