Shinichu Izumi vive con sus padres de forma tranquila, hasta que, una noche, los organismos invaden la Tierra. Se trata de gusanos (parásitos) que se introducen dentro de los humanos, a través de sus ojos o nariz para dominar su cerebro. Shinichi consigue que no entren en su cuerpo, pero infectarán su mano. Aquí comienza su lucha por la supervivencia en un mundo hostil.