Todo mal. Benjamín Castaño está pasando una mala racha. Su situación económica es más que precaria, en lo sentimental vive una circunstancia lamentable y socialmente es un mero espectador de su entorno.
Benjamín se desempeña como cómico de escenario, aunque él se toma muy en serio su profesión y prefiere ser considerado un “emprendedor del humor”.
No cabe duda, lo de Benjamín Castaño es un drama. Y lo peor tal vez esté por venir.