Angélica explora con su perrito Peluche su nuevo barrio cuando se tropieza con una mansión, de esas que con solo verlas ya se te erizan los pelos, y la mascota no tiene mejor ocurrencia que salir disparada y entrar en el caserón. Mientras Angélica la llama para que regrese aparece una banda de adolescentes con malas pintas. Y el perro que no quiere volver. ¿Qué harías tú en esa situación? Cualquier decisión parece complicada. Decidir por Angélica es justo lo que plantea Maldita casa encantada.
Artur Laperla (Barcelona, 1975) hace en su nuevo trabajo un cómic hipertextual en el que el lector tiene que ir tomando las decisiones de la protagonista para llegar a uno de los 13 finales planteados. Al más puro estilo de los clásicos libros de Elige tu propia aventura (o el indispensable Superlópez y los Petisos Carambanales). Pero Laperla se aleja del ejercicio de nostalgia, su público no tiene esas referencias y simplemente recupera un recurso narrativo que se ha utilizado poco desde aquel pequeño boom de finales de los ochenta. Y es que lo que a Laperla le interesa hacer en Maldita casa encantada es analizar los diferentes giros y clichés del género de terror, presentarlos como diferentes alternativas argumentales y destripar así las convenciones de las historias de casas encantadas.
Para el lector más talludito, esta tarea de ir tomando decisiones le supondrá reencontrarse con una antigua conocida. Sin embargo, el lector más joven, al que se dirige el libro, le sorprenderá todo, con lo que disfrutará saltando de página a página, chequear las diferentes alternativas, que Laperla consigue que sean originales y tan divertidas como espantosas. Al mismo tiempo, el autor proporciona de paso al lector las herramientas para escudriñar el género y permitirle la entrada a otras obras con un mayor bagaje y disfrute.
Otro gran tebeo de Laperla, todo un fenómeno del tebeo infantil -su serie Super Patata (Mamut cómics) ya va por los 8 volúmenes y cuenta con traducciones a 10 idiomas-. En Francia se está rodando una película basada en Dream Team (Reservoir Books) que realizó con guión de Mario Torrecillas. Regresa aquí al cómic infantil, quizás para lectores mayores de los de Super Patata, los que ya han crecido con el personaje, para ofrecerles otro nivel de lectura. Un tebeo aparentemente sencillo en su argumento, pero que da muchísimo juego de relectura y análisis. Firme en su característico estilo de dibujo, de personajes redondeados, con el uso justo de líneas y esa habilidad especial para sacar toda la expresividad a los colores planos. Un estilo reconocible a simple vista y que ayuda a que Maldita casa encantada sea una pequeña delicia para divertirse y reflexionar sobre cómo funciona eso de los sustos.