“…el miedo ya no existirá más y los cristales del cielo y del mar
volarán por el viento con más fuerza que nosotros” La muerte rosa, André Breton

Hay un momento crucial en el último cómic de Jaume Pallardó (Valencia, 1978). En una de las reuniones clandestinas entre las personas que quieren acabar con una sociedad azotada por el miedo, un anciano se enciende ante las propuestas pacíficas de la resistencia y, entre improperios y exabruptos, suelta algunas verdades, hasta ese momento silenciadas: “Era la crisis de la crisis y la gente estaba harta. Querían cambios […]. Y cometieron el error de ser demasiado pacíficos […]. Pero los otros no son pacíficos. Hicieron su propia contrarrevolución. […] ¡Bombas! ¡Es lo único que merecen!”. Son evidentes las referencias al 15M y el movimiento de los indignados, hastiados de las desigualdades sociales y los rescates bancarios, reclaman una democracia real y directa que permita a la población decidir sobre su futuro y el futuro del planeta. ¿Dónde quedó aquel movimiento ocho años después? ¿Diluído por un exceso de buenismo y pacatería, dejando el camino libre a la extrema derecha y al populismo reaccionario, incapaz de marcar la agenda política?   
¿Qué es La muerte rosa? La muerte rosa es una novela gráfica de ciencia ficción distópica, emparentada con los grandes títulos del género como 1984, Farenheit 451 o Un mundo feliz y películas como 12 monos (Terry Gilliam, 1995). En un futuro cercano el mundo ha sido devastado por un virus letal llamado la fiebre rosa. Tras la reconstrucción, los supervivientes viven bajo la constante amenaza de un nuevo brote. En esta sociedad aislada, Miguel es un joven profesor de escuela virtual. Da clases desde una pantalla de ordenador, vive solo, tiene pocos amigos a los que ve de tanto en tanto y cuando sale a la calle tiene que llevar un equipo de protección individual. Así es como se vive en este futuro marcado por unas escrupulosas leyes y normas de seguridad.
Por la red, Miguel conoce a Gloria, hija de altos cargos de esta nueva sociedad, de la que se enamora irremediablemente. Miguel es huérfano y su vida ha sido ordenada desde la infancia para dedicarse a aquello que la ciudad estado necesita. La atracción por Gloria le llevará a entrar en contacto con un movimiento de desobediencia civil que cree que el virus que causa la enfermedad mortal no ha existido jamás o ha sido erradicado y que el gobierno mantiene la amenaza de contagio para controlar a la población.
A Miguel le han inoculado el deseo de querer aquello que no puede tener; a partir de ahí, se derrumba la precaria felicidad que sustentaba su anodina existencia. Esta revelación desencadenará toda la trama sobre la que se sustenta el relato, dividido en dos volúmenes, Dentro del Traje (noviembre, 2018) y Desnudos (febrero, 2019), ambos publicados por Ediciones Contrabando, mediante su sello Che Books. 

En La muerte rosa, el mundo se ha ido ya al garete y ha mutado en futuro distópico

Pallardó había tratado la ucronía en El régimen de Pleksy-Gladsz, un estimable mini-cómic publicado en 2014 por la Associació Professional d’Il·lustradors de València (APIV). En esta  historieta de 16 páginas, el dibujante valenciano edificaba con retranca y habilidad un relato en el que ponía en la picota los regímenes totalitarios socialistas de la Europa del Este, denunciaba las persecuciones arbitrarias en estas dictaduras, a cuenta de una supuesta caza del arte figurativo. Concluía el tebeo con un final abierto, una supuesta transición democrática, en la que el antiguo dictador sobrevivía y comprobaba cómo el consumo más banal afianzaba el fin de la civilización. En este La muerte rosa, el mundo se ha ido ya al garete y ha mutado en futuro distópico, que Pallardó caracteriza y ubica de manera magistral con unas secuencias sin texto en las que comunica su dibujo de línea clara y pulcra. A los que necesiten coordenadas, Pallardó se mueve por esa escuela limpia y diáfana que practican los madrileños Miguel B. Núñez y Felipe H. Navarro, el alcoyano Pau Valls o el leonés Javi de Castro; dibujo que desciende de Hergé y la nueva escuela valenciana.
Un guión equilibrado, un universo magistralmente construido y un final encomiable hacen de este La muerte rosa, uno de los títulos más interesantes del cómic español que podéis leer ahora mismo. Por si no fuera suficiente, Pallardó coordina junto a Cristian Pineda el fanzine Colorcarne, que después de tres números aglutina un buen número de firmas sugerentes y es un firme candidato a ganar el premio al mejor fanzine en la próxima edición del Saló del Cómic de Barcelona.