José Quintanar, de nombre artístico (y sin usarlo en este nuevo artefacto) José Ja Ja Ja, es uno de los contados autores que han conseguido trasladar su opus de creación libérrima a los márgenes de las editoriales profesionales y los formatos de luxe, caso del fabuloso libro Conociendo a Jari con Fulgencio Pimentel (y da la casualidad, sin pretender yo acaparar en los millones de naves la mirada sobre la obra de Quintanar, de que menda firmó la crítica de dicha novela gráfica para esta revista). El del cómic es un mercado tirando a pequeño, lo cual permite pensar en una estructura donde lo mercantil y lo creativo en su acepción más free, en ocasiones, interseccionan dulcemente. GRUNDFUNKEN supone una de esas intersecciones, entre dos polos en principio antagónicos: el capricho de lo autoeditado confluye con el formato habitual de la novela gráfica, esto es, el del libro. Para el caso, un libro menudo, en cartoné, con un exquisito mimo por el gusto del tacto y con sobrecubiertas. Todo un lujo al que solo beneficiaría un mayor gramaje de papel.

En semejante envoltorio producido por la editorial Fosfatina se contiene una obra que se acerca a la producción más libre y desatada de Quintanar, la que ha lucido en diversos fanzines autoeditados, entre la narrativa (o la no-narrativa, incluso) y el recortable. O entre el diseño y la humorada o la referencia a un universo propio y personal. GRUNDFUNKEN supone una sucesión de impo(p)sibles diseños de vehículos, entre la búsqueda y el prototipo. En cierto grado advierto tanto una pasión (no solo por los coches, los circuitos de carreras y la velocidad, también por el diseño puro) como signos de un humor especial, un humor por otra parte presente en otras obras de “Ja”. ¿Porqué me he acordado si no de los Wacky Races de Hanna-Barbera (Los autos locos, vamos) al ver estos amagos de inverosímil vehículo motorizado?
GRUNDFUNKEN es, según palabras del propio Quintanar en su blog, “la chispa necesaria para encender el motor de un coche”. También es una canción del grupo Neu!, paladines del krautrock. Y claro, también es esta serie de dibujos “realizados entre verano del 2017 y Abril del 2018”. Y que intensifican el diálogo, siempre necesario, entre lo experimental y el cómic. Con pasadizos conectando disciplinas diversas, algo que ya empieza a ser una constante en cierta ola más o menos generacional, a la que José Quintanar, o Ja Ja ja, posiblemente representa como pocos.