Franck es un huérfano de 13 años al que están a punto de asignar una nueva familia de adopción, pero él está más interesado en escapar e intentar encontrar a sus padres biológicos. Este es el punto de partida de la historia. Para aderezarlo, de forma casual, el protagonista cae en un lago y reaparece en otra época, que parece ser la prehistoria, donde tendrá que hacerse un hueco en una curiosa tribu primitiva, que todavía no ha descubierto las vocales. Así que Frnck va a tener que sobrevivir sin cobertura ni enchufes para su móvil, en un mundo que ofrece desafíos continuos.

Frnck es otra serie juvenil de éxito en el mercado francés, donde ya van por el cuarto álbum y ha vendido más de cien mil ejemplares. Otro éxito de la revista Spirou, que da idea de cómo ese segmento de lectores sigue cuidado en el país vecino, donde mantiene una buena cantera de lectores. Olivier Bocquet crea una historia de género, que combina humor y aventuras a lo Indiana Jones. El punto de partida es un clásico dentro del género fantástico, el desplazamiento temporal y enfrentarse a otras civilizaciones, que se puede remontar a clásicos como Mark Twain (Un yanki en la corte del rey Arturo) o incluso a Jonathan Swift y Los viajes de Gulliver. La fantasía del viaje y la aventura de enfrentarse a otras culturas diferentes, ya sea por el espacio o por el tiempo, combinado con el sentido del humor es un tema recurrente que Bocquet ha sabido actualizar y acercar a los jóvenes lectores de hoy, más apegados a los móviles y a las redes sociales que a las historias clásicas.
El dibujo se adapta a las tendencias de una nueva generación de la BD. La generación actual, que está acostumbrada a lenguajes más dinámicos, y donde los estilos surgen de influencias globales. Así, el dibujo de Brice Cossu (Revin, Las Ardenas 1982), junto al color de Yoann Guillo (Francia, 1980), se enmarca en esa generación que, además del canon clásico de la BD, ha asimilado formas y estilos provenientes del comic-book estadounidense (Cossu admite influencias de Humberto Ramos y Joe Madureira), o del manga (autores que ya han crecido leyendo a Akira Toriyama). El resultado es ese estilo de BD de ojos grandes, mucha acción y espectacularidad en la composición de página y en las expresiones de los personajes, siguiendo la línea de autores como José Luis Munuera, Jean-David Morvan o Alessandro Barbucci.
Frnck 1. El origen de los inicios es un álbum en la tradición más francobelga, que hará las delicias de los lectores en torno a los nueve años. Acción trepidante en este primer tomo que sirve para de puesta de escena de personajes y universo. Queda por ver si en nuestro país, donde perviven las resistencias a la historieta, por parte de muchos adultos, abre el apetito para leer la continuación de sus aventuras.