Joan Luna -de la revista Mondo Sonoro y colaborador habitual de 13 millones de naves- entrevistó recientemente a Jeffrey Brown con motivo de la próxima publicación en español de su último trabajo “Pequeñas cosas” (La Cúpula, 2008). Parte de esa entrevista aparecerá en el próximo número de Mondo Sonoro (el del mes de septiembre); por suerte en 13 millones de naves te podemos ofrecer íntegramente el cuestionario al que sometió a uno de nuestros autores favoritos.
Se publica en español “Pequeñas cosas” (La Cúpula, 2008). ¿Te ha resultado más complicado completar este álbum que los anteriores, teniendo en cuenta que tratas diversos temas?
Por lo general suelo trabajar en un cómic de una tirada, pero este lo he ido haciendo a lo largo de diversos años, dibujando historias entre otros proyectos. También tiene que ver que rompí las situaciones en partes más pequeñas. Suelo centrarme en cada historia mientras trabajo en ella, pero empleé mucho más tiempo en completar este cómic porque no tenía presión. Cuando un proyecto tiene una fecha de entrega clara se convierte en un trabajo más duro para mí.
Como suele ocurrir con buena parte de tu obra, siguen subrayando que las pequeñas cosas en la vida o en el amor son las más importantes…
No sé si son las cosas más importantes, pero le dan forma a nuestras vidas y por tanto creo que son realmente importantes. Para mí, tienen tanto significado estos momentos como las grandes cosas que nos puedan ocurrir en la vida.
 
Cuando pienso en tus cómics, siento que eres un artista al que no le preocupa ganar mucho dinero o hacerse muy popular. ¿Cuál es el mayor premio que obtienes dibujando cómics?
Lo que más me enorgullece es hacer arte que emociona a la gente y tener la oportunidad de hacer un trabajo que tiene un efecto positivo en las personas. Esos son los principales motivos por los que dibujo. El arte tiene que ver con expresarse, pero sobre todo con comunicar algo sobre cómo son nuestras vidas. Eso es lo fundamental para mí.
En España se te conoce fundamentalmente por tu trilogía sobre las relaciones con las chicas. ¿Qué puedes descubrirle al público español sobre títulos como “Pequeñas cosas”, “Big Head” o “Cat Getting Out Of A Bag”, libros que nos presentan facetas distintas de tu obra?…

Cada uno de mis libros ha dado pistas sobre mi forma de ver el mundo. Este en concreto muestra otra cara distinta más allá de las relaciones románticas, mientras que “Bighead” era un retorno a los cómics de superhéroes con los que crecí. En cuanto a “Cat Getting Out Of A Bag”, quería hacer un cómic sobre un gato que no fuera tan humano como suele ocurrir con todos los gatos que aparecen en los tebeos. Y puede considerarse un trabajo en memoria del gato con el que crecí.
Tus dibujos son ásperos y sin demasiados detalles. ¿Tiene eso que ver con qué tu universo es así o es porque lo fundamental para ti es lo que cuentas más que la forma en la que lo dibujas?

Siempre he tenido un background más expresivo que realista. Cuando empecé a dibujar cómics quería hacer algo que surgiera directamente del corazón, sin la distracción que supondría buscar el estilo. Quería expresarme de la forma más directa posible. Quería que la gente se fijara en lo que estaba contando y no que se preocuparan más de lo necesario por el dibujo.
¿Qué opinas de diarios de otros autores como James Kochalka y su “American Elf”? ¿Cuál crees que es la relación que existe entre los tuyos y los suyos?
Las similitudes tienen que ver con que escribimos sobre la vida real. Pero la diferencia está en que los cómics diarios están muy marcados por el hecho de que se tenga que entregar una tira diariamente y eso marca mucho la forma de escribirlas. Yo intento coger cosas puntuales de la vida diaria y contruir a partir de la suma de todas ellas una historia mayor que muestre su significado. Me encanta “American Elf”, pero no creo que esa forma de trabajar funcionase conmigo.
¿Qué importancia tuvo que Chris Ware hablara tan bien de tu trabajo de cara a la repercusión que obtuviste con tu primer álbum en Estados Unidos y más tarde en el resto del mundo?
El apoyo de Chris Ware fue de gran ayuda al principio y básico de cara a promocionar “Torpe” (“Clumsy”) cuando me lo autoedité. Pero más que por el hecho de que hablase bien de mi trabajo, fue importante su confianza, sus palabras de apoyo, su amistad y su inspiración.
¿Qué opinión te merece el trabajo de Liz Prince? Su forma de entender los cómics y su dibujo tiene bastantes puntos en común con los tuyos…
El trabajo de Liz, especialmente el más antiguo, está en algún lugar entre el mío y las tiras para periódicos. Creo que sus cómics se centran más en el humor. Tenemos un sentido similar del timing y la estructura de nuestras páginas una tras otra, pero ella no se toma las cosas tan en serio como se desprende de mis cómics. Es más optimista y desprende ese sentimiento.
¿Podrías citarme a tus artistas favoritos y decirme cuáles pueden considerarse una influencia para ti?

De alguna forma, cada artista que leo o descubro se convierte en una influencia para mí, aunque no tenga por qué ser evidente. Podría citarte a Chris Ware, Dan Clowes, Julie Doucet, Chester Brown, Paul Hornschemeier, Anders Nilsen… mientras que de los que he descubierto hace menos tiempo te citaría a Josh Cotter, Dash Shaw y Mike Dawson.

¿Es muy complicado llevar una vida normal viviendo de dibujar cómics? ¿Te consideran tus amigos y familiares un freak o algo por el estilo?
Sé que parte de mi familia me ve como un freak. Lo único que pretendo es crear arte y seguir a mi corazón respecto a los temas sobre los que quiero hablar. No es extraño que me haya dedicado a crear cómics, teniendo en cuenta que crecí leyendolos. Tengo mucha suerte de poder vivir de mi arte, incluso sabiendo que es algo muy duro, sobre todo porque también es muy gratificante.
¿Te consideras un dibujante de cómics indie, emo… o solamente una persona normal que dibuja tebeos?
No me preocupan las etiquetas, por eso me veo solamente como un dibujante de cómics. La gente me incluirá en diversas categorías e interpretará mis obras en la forma en que les parezca. Yo solamente puedo controlar el arte que creo.
Para acabar, ¿tienes algún cómic favorito entre toda tu obra por algún motivo en particular?

Ahora mismo este es mi favorito. Creo que es mi mejor trabajo y siento haber llegado muy cerca de lo que he estado intentando conseguir durante años con mis cómics en el sentido de aportar mi punto de vista sobre el significado de la vida.