Nueva entrega de El árabe del futuro donde Riad Sattouf (Paris, 1978) va relatando las memorias gráficas de su infancia en Oriente Medio. Este tomo se centra en los años que van de 1985 a 1987 y su estancia en la Siria de Hafez al-Assad con un breve inciso en Francia (para el nacimiento de su segundo hermano). Continúa con el relato de los dos anteriores tomos, centrándose más en las experiencias familiares, pero como siempre utilizando sus memorias personales como un recurso para dar una visión sobre los regímenes totalitarios de los 80 en la zona, epicentro de la actualidad internacional de entonces. En esta ocasión asistimos al desgaste de la madre que empieza a estar cansada de su vida en la Siria rural, a la compleja relación del padre con su familia (el choque entre alguien supuestamente abierto de mente, formado en la universidad y la ortodoxia religiosa), y por primera vez conoceremos el entorno laboral del progenitor del pequeño Riad: la universidad de Siria.

Aunque a primera vista esta haciendo una lectura personal de su infancia, lo que el lector encuentra en realidad es un retrato del funcionamiento de toda una sociedad y una época. Una visión que, a través de los ojos del protagonista, se convierte en una crítica ácida, directa y sin tapujos. Un inocente viaje al Líbano en la guerra civil de los ochenta explica más del funcionamiento anómalo de las sociedades bajo la corrupción diaria de las dictaduras que muchos ensayos supuestamente más profundos. Sattouf ha recibido fuertes críticas de los que piensan que lleva el tópico y la caricaturización de una sociedad al límite pero cabe subrayar que lo hace desde sus vivencias personales. Cuando habla de la sociedad francesa de la época lo hace con el mismo tono y enfoque. Ese espíritu crítico en el análisis de la sociedad, sea cual sea, es una constante en la obra de Sattouf. Sus tebeos puede casi considerarse tratados antropológicos ya sea de la sociedad francesa -como en La vida secreta de los jóvenes o más recientemente en Los Cuadernos de Esther o de la sociedad siria como en este caso.

Riad Sattouf es toda una estrella mediática en Francia: se hizo con el Fauve d’Or de Angoulême con el primer tomo de El Árabe del Futuro y es un autor que consigue casi siempre unas ventas que le ponen al nivel que solo las series clásicas pueden alcanzar. Multifacético, director de cine, compositor, actor, es toda una figura y por tanto objeto de bastantes juicios y opiniones. El éxito suele venir acompañado de la desnotada etiqueta del “mainstream” por parte de los más puristas y recelosos del ámbito.
Su dibujo de línea gruesa y simpática, de fácil asimilación para cualquier tipo de lector, el uso de los colores de forma que se acerquen a los sentimientos y que identifican claramente la localización de los sucesos que se representan y una habilidad para captar y explicar contextos sociales a partir de pequeñas situaciones y anécdotas convierten a El árabe del futuro uno de los grandes cómics imprescindibles tanto para los aficionados como para los lectores casuales.